Los planes para el día de hoy son el de ir a Isla Perro y ver el barco que se encuentra hundido en su playa, y que asoma parte del casco al exterior, pero antes tomamos el desayuno con los chicos antes de que se fueran, nos dimos los correos electrónicos y nos despedimos de ellos con mucha tristeza, pues son unos chicos estupendos.
Robinson llegó a la isla y le planteamos lo de la isla, y nos llevó a los mismos que a Maukí, a Anita a Alon, a Galia, a Amit y a nosotros dos.
La isla esta como a unos 45 minutos en lancha desde la nuestra. El sol comienza a calentar de lo lindo y nos tenemos que poner protector solar en el trayecto.
Llegamos a la Isla Perro, que es preciosa, rodeada de varias islas a cual de ellas mas bonitas y vemos un poco del casco del barco hundido asomar a la superficie. Este era un barco mercante que transportaba azulejos de contrabando desde Colón hasta Venezuela.
Hay varios puestos de artesanía Kuna, de venta de collares, pulseras, Molas, pareos, etc, y hay que abonar 1$ por estar en la isla al chico de la cabaña de la playa, que por cierto, vende cerveza fría por 1.50$ la lata, que con el calor que hacía merecía la pena tomarse una.
Hicimos snorkel alrededor del barco, que esta colonizado por corales y peces de colores, muy bonito, y luego simplemente nos dedicamos a disfrutar de la playa y del entorno privilegiado.
Estando allí conocimos a una pareja española, más concretamente de Barcelona, que nos comentaron que estaban allí de vacaciones, igual que nosotros, pero que ellos vivían en Granada (Nicaragua) y que eran los propietarios de un hotel en la ciudad, "EL PATIO DEL MALINCHE", una pasada de hotel, por cierto. Nos comentaron que habían llegado hasta allí en su propio coche, desde Nicaragua, atravesando Costa Rica y Panamá hasta Kuna Yala, y que ya volvían de regreso en unos días. Nos comentaron que fueron de vacaciones un año a Granada y que les gustó tanto, que ya se quedaron allí, son muy simpáticos y nos alegró mucho conocerlos, esperamos algún día poder hacer un viaje por Nicaragua y visitar su hotel en Granada.
Como a mediodía nos fuimos de regreso a nuestra isla y el sol pega muy fuerte, hasta Robinson se pone protector solar, y eso que su piel es bastante más morena que la nuestra.
Cuando llegamos, Garibaldo ya nos tenía preparados a nosotros y a Anita nuestras Langostas, que disfrutamos acompañadas de verduras, arroz y por supuesto unas BALBOAS MUY FRÍAS, jejeje, y quien diga que ésto no es el paraíso en la Tierra...
Después de comer y una pequeña partida de domino entre todos, Robinson nos lleva a su Comunidad, a RIO SIDRA, a visitarla y a conocer su casa y a su familia, que por cierto nos estaban esperando porque traíamos regalos de nuestros amigos Carmen y Paco de Barcelona que estuvieron el año anterior allí.
Nada más llegar a la Comunidad vimos que lo primero que encontramos nada más salir del embarcadero es la pista de baloncesto, con el colegio de fondo, y que junto con el centro médico , son de los pocos edificios que están construidos de cemento, las demás edificaciones son casas de estilo tradicional Kuna, de cañas, madera y techo de palma.
Las calle son de tierra y por supuesto no hay coches ni motos, ni incluso bicicletas y la mayoría de la gente anda descalza por la calle. Se pueden echar fotos panorámicas de las calles, las casas y la gente en conjunto, pero para hacer una foto de alguien en particular, sobre todo de las mujeres, hay que pedirles permiso, y generalmente te piden 1$ por la foto.
Esta todo lleno de niños por todas partes, y fuimos a visitar el colegio, y a ver a Arnulfo, el hijo de Robinson. Este nos presento a su profesora y nos dijo que era muy buen estudiante...
Nos tomamos un refresco, que nos invitó Robinson en una tienda, hacia un calor sofocante, y una vez que salieron los niños del colegio, fuimos hasta su casa a dar los regalos que traíamos para ellos. Los mas contentos fueron los niños, pero sobre todo la niña pequeña de Robinson, NASLI O "La Chinita" como ellos la llaman por sus ojos rasgados, es guapísima y muy cariñosa y simpática, y como disfrutó con su libro animado del "LIBRO DE LA SELVA".
Por allí se acercaron un montón de niños a casa de Robinson al ver que repartíamos regalos, y no paraban de decir "regalo", "regalo", porque se corrió la voz por todo el pueblo de que estábamos repartiéndolos.
Una vez que disfrutamos con la inocencia de los niños, visitamos el centro medico, vimos a un señor que era el que fabricaba los cayucos de madera, a mujeres tejiendo Molas, y vimos la nueva casa que Robinson se esta construyendo para alojar futuros huéspedes incluso, gente que quiera pasar unos días en el pueblo en vez de en las islas.
Robinson aprovechó para comprar una provisiones y cargar agua para la isla y nos volvimos a ella la mar de contentos ya al anochecer casi.
Cuando llegamos nos dimos un relajante baño para quitarnos el calor de esa tarde y por noche Garibaldo nos preparó las caracolas con una salsa, riquísimas, acompañadas de lo de siempre y además nos dio a probar el pescado ahumado con leña de mangle rojo, delicioso, aunque algo seco, y después de cenar nos despedimos de Anita, que se iba a las 05.00 de la mañana y nos fuimos a dormir.
Robinson llegó a la isla y le planteamos lo de la isla, y nos llevó a los mismos que a Maukí, a Anita a Alon, a Galia, a Amit y a nosotros dos.
La isla esta como a unos 45 minutos en lancha desde la nuestra. El sol comienza a calentar de lo lindo y nos tenemos que poner protector solar en el trayecto.
Llegamos a la Isla Perro, que es preciosa, rodeada de varias islas a cual de ellas mas bonitas y vemos un poco del casco del barco hundido asomar a la superficie. Este era un barco mercante que transportaba azulejos de contrabando desde Colón hasta Venezuela.
Hay varios puestos de artesanía Kuna, de venta de collares, pulseras, Molas, pareos, etc, y hay que abonar 1$ por estar en la isla al chico de la cabaña de la playa, que por cierto, vende cerveza fría por 1.50$ la lata, que con el calor que hacía merecía la pena tomarse una.
Hicimos snorkel alrededor del barco, que esta colonizado por corales y peces de colores, muy bonito, y luego simplemente nos dedicamos a disfrutar de la playa y del entorno privilegiado.
Estando allí conocimos a una pareja española, más concretamente de Barcelona, que nos comentaron que estaban allí de vacaciones, igual que nosotros, pero que ellos vivían en Granada (Nicaragua) y que eran los propietarios de un hotel en la ciudad, "EL PATIO DEL MALINCHE", una pasada de hotel, por cierto. Nos comentaron que habían llegado hasta allí en su propio coche, desde Nicaragua, atravesando Costa Rica y Panamá hasta Kuna Yala, y que ya volvían de regreso en unos días. Nos comentaron que fueron de vacaciones un año a Granada y que les gustó tanto, que ya se quedaron allí, son muy simpáticos y nos alegró mucho conocerlos, esperamos algún día poder hacer un viaje por Nicaragua y visitar su hotel en Granada.
Como a mediodía nos fuimos de regreso a nuestra isla y el sol pega muy fuerte, hasta Robinson se pone protector solar, y eso que su piel es bastante más morena que la nuestra.
Cuando llegamos, Garibaldo ya nos tenía preparados a nosotros y a Anita nuestras Langostas, que disfrutamos acompañadas de verduras, arroz y por supuesto unas BALBOAS MUY FRÍAS, jejeje, y quien diga que ésto no es el paraíso en la Tierra...
Después de comer y una pequeña partida de domino entre todos, Robinson nos lleva a su Comunidad, a RIO SIDRA, a visitarla y a conocer su casa y a su familia, que por cierto nos estaban esperando porque traíamos regalos de nuestros amigos Carmen y Paco de Barcelona que estuvieron el año anterior allí.
Nada más llegar a la Comunidad vimos que lo primero que encontramos nada más salir del embarcadero es la pista de baloncesto, con el colegio de fondo, y que junto con el centro médico , son de los pocos edificios que están construidos de cemento, las demás edificaciones son casas de estilo tradicional Kuna, de cañas, madera y techo de palma.
Las calle son de tierra y por supuesto no hay coches ni motos, ni incluso bicicletas y la mayoría de la gente anda descalza por la calle. Se pueden echar fotos panorámicas de las calles, las casas y la gente en conjunto, pero para hacer una foto de alguien en particular, sobre todo de las mujeres, hay que pedirles permiso, y generalmente te piden 1$ por la foto.
Esta todo lleno de niños por todas partes, y fuimos a visitar el colegio, y a ver a Arnulfo, el hijo de Robinson. Este nos presento a su profesora y nos dijo que era muy buen estudiante...
Nos tomamos un refresco, que nos invitó Robinson en una tienda, hacia un calor sofocante, y una vez que salieron los niños del colegio, fuimos hasta su casa a dar los regalos que traíamos para ellos. Los mas contentos fueron los niños, pero sobre todo la niña pequeña de Robinson, NASLI O "La Chinita" como ellos la llaman por sus ojos rasgados, es guapísima y muy cariñosa y simpática, y como disfrutó con su libro animado del "LIBRO DE LA SELVA".
Por allí se acercaron un montón de niños a casa de Robinson al ver que repartíamos regalos, y no paraban de decir "regalo", "regalo", porque se corrió la voz por todo el pueblo de que estábamos repartiéndolos.
Una vez que disfrutamos con la inocencia de los niños, visitamos el centro medico, vimos a un señor que era el que fabricaba los cayucos de madera, a mujeres tejiendo Molas, y vimos la nueva casa que Robinson se esta construyendo para alojar futuros huéspedes incluso, gente que quiera pasar unos días en el pueblo en vez de en las islas.
Robinson aprovechó para comprar una provisiones y cargar agua para la isla y nos volvimos a ella la mar de contentos ya al anochecer casi.
Cuando llegamos nos dimos un relajante baño para quitarnos el calor de esa tarde y por noche Garibaldo nos preparó las caracolas con una salsa, riquísimas, acompañadas de lo de siempre y además nos dio a probar el pescado ahumado con leña de mangle rojo, delicioso, aunque algo seco, y después de cenar nos despedimos de Anita, que se iba a las 05.00 de la mañana y nos fuimos a dormir.
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